En los días anteriores al imperio, Aquitar era un país enfermo y moribundo. Sus gobernantes fueron una vez reyes benevolentes y majestuosos, pero, en 1789, Shrouis XVI reinó con despilfarro y despotismo. Por ese tiempo los topos, nómadas desde el este se habían enterrados en Aquitar, el pais estaba al borde de la revolución. El líder de los nómadas, Louis de Bore, se encontraría a si mismo envuelto en los asuntos del pais, sus charlas carismáticas y habilidades tácticas resultaron en una exitoso derribo de la Dynastia Corelingia. Desafortunadamente pronto sucumbiría a las heridas de la batalla final, y fue póstuma mente nombrado Moleon I, Emperador de Aquitar. Su hijo adoptivo sería el primer emperador efectivo de Aquitar, conocido como Moleon II
Después de tomar el trono, Moleon II comenzó la guerra para reconquistar las tierras perdidas. Para el horror de las familias nobles solo los soldados más habilidosos subieron en los rangos. Granjeros y obreros que se unían en el gran ejercito se les entregaba ducados y otros títulos nobiliarios, apartando a las otras clases por aliados más competentes. Sus reformas no se detuvieron solamente en las tropas empleadas, también en el equipo empleado y las tácitas desarrolladas. En pocos años, Aquitar expandió sus fronteras a las explotaciones antiguas, presionado a sus antiguos enemigos.
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